El joven delantero brasileño Vitor Roque, actual figura de Palmeiras y exjugador del Barcelona, fue protagonista de un gesto cargado de emoción y arrepentimiento en el Monumental. Tras anotar el segundo gol de su equipo en la victoria parcial 2-0 sobre River por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, celebró besándose una muñequera con la frase “te amo mamá”.

El gesto fue interpretado como una dedicatoria y, al mismo tiempo, una disculpa pública hacia su madre, Hercília Roque, con quien había protagonizado un duro conflicto familiar en los días previos.

El trasfondo de la polémica

Días antes del duelo ante River, en Brasil se filtraron audios en los que Roque, de apenas 20 años, insultaba a su madre llamándola “zorra”, “interesada” y “cazafortunas”. Las revelaciones del periodista Leo Dias señalaron que la discusión se había originado cuando el atacante estaba a préstamo en el Betis. Según la versión publicada, Roque salía con frecuencia sin avisar durante sus días libres, lo que despertó la preocupación de Hercília, que lo llamaba insistentemente. La reacción del futbolista fue desmedida y quedó registrada en los polémicos audios.

La respuesta de su madre fue tan contundente como serena: “Eres otra persona. No soy arrogante, hijo mío. Soy humilde hasta la médula. Pregúntale a Dios por mí”.

Un perdón sobre la cancha

En ese contexto, el festejo en Núñez tomó un valor simbólico. Más allá del gol que amplió la ventaja de Palmeiras al cierre del primer tiempo, la imagen del beso a la muñequera funcionó como un pedido de perdón público, un gesto de reconciliación frente a millones de espectadores.

Con apenas 20 años y un futuro prometedor, Vitor Roque parece haber utilizado el fútbol para enmendar un error personal. Y en medio de la Copa Libertadores, encontró en un gol la forma de enviarle un mensaje directo a su madre.